El papel protector de las frutas y hortalizas sobre la salud ha sido ampliamente demostrado. Gracias a su experiencia y sus conocimientos Clauger ha desarrollado una oferta especializada  en refrigeración y tratamiento de aire para garantizar la calidad de las frutas y hortalizas, del campo al plato.

Clauger se reafirma en la tendencia actual de consumir productos menos elaborados, más naturales y sin ingredientes químicos (tipos aditivos, conservantes, colorantes o plaguicidas).

Todo el reto post-cosecha es incrementar la vida útil de los productos frescos, sin alterar sus cualidades físicas u organolépticas.

Clauger le acompaña en sus diferentes necesidades de refrigeración y tratamiento de aire a lo largo de su proceso para preservar juntos la calidad inicial de sus frutas y hortalizas.

Con nuestra experiencia en refrigeración industrial de más de 50 años, sabremos escucharle, proponerle una solución adaptada y un servicio de proximidad, ya se trate de:

Almacenamiento de semillas y plantas
Enfriamiento rápido , secado u otras fases preparatorias para el almacenamiento
Conservación de las frutas de larga duración: atmósfera controlada, control de la humedad y del consumo energético,
Cámara de maduración para los frutos climatéricos o de desbloqueo,
Transformación primaria: ultracongelación (IQF, bloque, placas…), deshidratación (cebollas), proceso de corte…
Nuestras soluciones consideran las exigencias propias de cada fruta o verdura: control de la temperatura, de la higrometría, de la atmósfera o control biológico (tratamientos anti-germinación, por ejemplo).

Combinando diferentes know-how, controlados internamente, Clauger propone una oferta a la medida llave en mano: «lote paneles + producción de frío + tratamiento de aire» para sus cámaras de almacenamiento.

Adicionalmente, Clauger realiza el almacenamiento positivo o negativo con o sin control de humedad.

Cuando se habla de transformación secundaria, Clauger acompaña a los industriales en sus procesos de elaboración completos. Nuestro compromiso es garantizarles una herramienta de producción lo más eficiente posible para aplicaciones tan variadas como productos alimenticios elaborados, mermeladas, compotas, sorbetes, yogures, etc.